¿A quién llamamos ciego? A mi
entender es necesario diferenciar entre ser Invidente y ser Ciego. A simple vista (nunca mejor dicho) ambas
cosas parecen lo mismo (una simple cuestión semántica) pero en realidad son
cosas completamente distintas, que yo definiría así:
Invidente: Es aquel que aun
queriendo ver, debido a causas ajenas a su voluntad, no puede hacerlo.
Ciego: Es aquel que
pudiendo ver, se obstina en no querer hacerlo.
Desde la antigüedad hasta nuestros tiempos, la ceguera ha sido motivo de estudio por parte de los oftalmólogos
más eruditos del planeta, pero por desgracia parece ser que los avances
obtenidos hasta la fecha no han contribuido a solucionar esta lacra universal
que afecta a tantos seres humanos: La ceguera
mental.
Quizás debieran de recurrir a otra disciplina médico-científica distinta
a la oftalmología… la educación!
De hecho la ceguera que nos ocupa, la que se sustenta en el derecho a no
ver, nada o muy poco tiene que ver con la vista o con el sistema ocular, si no
que más bien se trata de una disfunción mental voluntaria, cuyo origen radica
en la incapacidad de unos para aceptar la diversidad social y cultural
existente a su alrededor, y ello se traduce en un súbito achaque de
intolerancia.
Estos, los ciegos, de planteamientos existenciales obtusos, se obstinan
en tratar su enfermedad con las oscuras vendas del “derecho a no ver” o lo que
es lo mismo: estupidez e intolerancia en barra.
Según los juristas, el derecho es el conjunto de normas que regulan la convivencia social y permiten resolver los conflictos
interpersonales.
En el ordenamiento jurídico español, y me atrevería a aventurar que
también en el internacional, no existe el supuesto derecho a no ver.
Existen el derecho a ver (promovido por la OMS , instituciones profesionales y ONG) el
derecho a una vivienda digna, el derecho constitucional, el derecho a sufragio
universal, el derecho a la educación gratuita, el derecho de los padres
divorciados a ver a sus hijos, el derecho canónico, el derecho civil, el
derecho romano, el lateral derecho, el derecho y hasta el izquierdo si me
apuran. De derechos existen tantos como podamos imaginar, pero lo que no ha existido jamás es el derecho a no ver.
Este hipotético y pretendido derecho
a no ver no es más que el argumento que utilizan aquellos cobardes que se
muestran incapaces para aceptar la diversidad Universal, y ocultar con ello su intransigencia e
intolerancia.
"Primero
se llevaron a los negros
pero a mí no me importó porque yo no lo era.
Enseguida se llevaron a los judíos
pero a mi no me importó porque yo no lo era.
Después detuvieron a los curas
pero como yo no soy religioso tampoco me importó
Luego apresaron a los comunistas
pero como yo no era comunista, tampoco me importó
Ahora me llevan a mí, pero ya es tarde."
pero a mí no me importó porque yo no lo era.
Enseguida se llevaron a los judíos
pero a mi no me importó porque yo no lo era.
Después detuvieron a los curas
pero como yo no soy religioso tampoco me importó
Luego apresaron a los comunistas
pero como yo no era comunista, tampoco me importó
Ahora me llevan a mí, pero ya es tarde."
Martin Niemöller
De implantarse el derecho a no ver… cuándo nos tocará a los nudistas?
El derecho a no ver lo pusieron en práctica aquellos impresentables que
hace algo más de medio siglo cosieron estrellas amarillas en la espalda de
aquellos a los que no querían ver, confinándolos después en campos de
exterminio. En eso consiste el derecho a no ver!
Jordi Poblet
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