miércoles, 10 de octubre de 2012

Ya nada temo



Tenía tanta necesidad de amarte que te invente,
con matices y medidas, con esa sonrisa tuya, imperecedera,
ni más alta, ni más baja, ni más bella… perfecta!
Exactamente tal como te soñé, esculpida en la misma materia incombustible que los sueños.
Tenía tantas ganas de amarte que rogué por ti a los dioses indolentes.
Y ellos, conmovidos, me concedieron lo imposible.
Tómala! -Me dijeron-
A su lado caminarás sobre campos de fuego.
Ni arcángeles ni dragones podrán deteneros.
No temas, ahora… ¡Merécela!
Y cabalgando a la grupa del dragón desafío la caricia del viento,
y te pienso, sí, te pienso y nada temo.
Ya no me dan miedo las sombras, no son más que una utopía que sucumbe ante la incertidumbre del tiempo.
Me arriesgo. Hoy he reinventado un Universo en donde ambos
florecemos bajo nuevas formas de inmortalidad.
Un Universo en el que aun conservo el poder de crearte hermosa, de amarte... Sí, de amarte, sin temores ni complejos.
Y ya nada temo si te tengo junto a mí.
Mis dudas se diluyen en la búsqueda insaciable de tus formas,
tu sonrisa ilumina el camino del exilio a mi sufrimiento,
y a través de los espacios vacíos del silencio se escucha ya el eco imperceptible de tu voz musitando mi nombre.
Ya nada temo, mi alma se serena y espero. Ya nada temo.

"Ya nada temo"
(Retales de intimidad)

1 comentario:

  1. Es mejor retirarse y dejar un bonito recuerdo, que insistir y convertirse en una verdadera molestia. No puedes perder lo que nunca has tenido, mantener lo que nunca fue tuyo, aferrarse a quien no quiere quedarse a tu lado. Si eres valiente para decir "adiós" la vida te recompensará. Si lo que quieres no te corresponde, déjalo ir. Recuerda que lo que unos desprecian, otros se mueren por tenerlo.

    ResponderEliminar