El laberinto de la noche
oculta entre sus sombras
los amores imposibles
entre el sapo rugoso y feo,
iluso mutante con pies de
barro, y la menguante luna.
Canta el sapo enamorado
con voz quebrada,
al borde una charca de
aguas amargas,
implorando un pedazo de
amor en su larga
noche de melancolía y
alma en fuga.
Con un prolongado salto
dibuja una pirueta imposible
en el espacio, tratando
de alcanzar con un beso
a la impertérrita y
altiva luna.
Extenuado y vencido por
la tiranía exorcizante de su luz
agacha escéptico la mirada
con un amago tristeza e infortunio.
Se refugia el sapo
derrotado en su laberinto de barro y juncos,
con los ojos húmedos de
llanto.
El viento poetizado ahoga
con el eco de su risa
la proclama amorosa del
vencido sapo,
mientras la inaccesible
dama silba desafiante en lo alto:
¡Quién se atreve a besar
a la altiva luna!
“El sapo y la luna”
(Retales de intimidad)
No hay comentarios:
Publicar un comentario